Poniendo nuestro esfuerzo (como aquellos panes y peces) en las manos de Jesús, podremos saciar todas las hambres de sentido en nuestra comunidad. Si bien nuestro pan es insuficiente, en la manos de Jesús cuando pasa por el altar de la Iglesia, es suficiente, alcanza y sobra. (Padre José Manuel 'Sejo' Díaz Cantero - Pentecostés 2010)
viernes, 24 de septiembre de 2010
El Señor peleará por ustedes; ustedes esperen en silencio (Éxodo 14, 14)
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