Poniendo nuestro esfuerzo (como aquellos panes y peces) en las manos de Jesús, podremos saciar todas las hambres de sentido en nuestra comunidad. Si bien nuestro pan es insuficiente, en la manos de Jesús cuando pasa por el altar de la Iglesia, es suficiente, alcanza y sobra. (Padre José Manuel 'Sejo' Díaz Cantero - Pentecostés 2010)
martes, 22 de marzo de 2011
En el Evangelio de hoy...
El más grande entre ustedes debe servir a los demás. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. (San Mateo 23, 11-12)
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