Poniendo nuestro esfuerzo (como aquellos panes y peces) en las manos de Jesús, podremos saciar todas las hambres de sentido en nuestra comunidad. Si bien nuestro pan es insuficiente, en la manos de Jesús cuando pasa por el altar de la Iglesia, es suficiente, alcanza y sobra. (Padre José Manuel 'Sejo' Díaz Cantero - Pentecostés 2010)
jueves, 31 de marzo de 2011
domingo, 27 de marzo de 2011
Decálogo de los símbolos de cuaresma
- La cuaresma es DESIERTO. Es sequedad, soledad, ayuno austeridad, rigor, esfuerzo, penitencia, peligro, tentación.
- La cuaresma es PERDÓN. Las historias bíblicas de Jonás y de Nínive y la parábola del hijo pródigo, son ejemplos de ello.
- La cuaresma es ENCUENTRO, es abrazo de reconciliación como en la parábola del hijo pródigo o en la conversión de Zaqueo o en el diálogo de Jesucristo con la mujer adúltera.
- La cuaresma es LUZ, como se pone de evidencia, por ejemplo, en el evangelio del ciego de nacimiento. Es el tránsito de las tinieblas a la luz. Jesucristo es la luz del mundo.
- La cuaresma es SALUD, símbolo manifestado en textos como la curación del paralítico o la sanación del hijo del centurión.
- La cuaresma es AGUA. Es el tránsito de la sed de nuestra insatisfacción al agua viva, el agua de Moisés al pueblo de Israel en el desierto o de Jesús a la mujer samaritana.
- La cuaresma es superación victoriosa de las pruebas y dificultades. Es LIBERACIÓN, TRIUNFO. Algunas figuras bíblicas, que sufren graves peligros y vencen en la prueba, son José hijo de Jacob, la casta Susana, Ester, el profeta Jeremías y, sobre todo, Jesús, tentado y transfigurado.
- La cuaresma es CRUZ. Signo y presencia permanente durante toda la cuaresma. Prefigurada en el Antiguo Testamento y patentizada con el ejemplo de Jesucristo y como su llamada a cargar con ella como condición para el seguimiento.
- La cuaresma es TRANSFIGURACION. Es la luz definitiva del camino cuaresmal, preanunciada y pregustada en la escena de la transfiguración de Jesús. "Por la cruz a la luz".
- La cuaresma es el esfuerzo por retirar el fermento viejo e incorporar la LEVADURA NUEVA DE LA PASCUA RESUCITADA Y RESUCITADORA, ahora y para siempre.
Fuente: Conferencia Episcopal Española
sábado, 26 de marzo de 2011
Evangelio según San Juan 4,5-42
Llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José.
Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía.
Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber".
Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.
La samaritana le respondió: "¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?". Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos.
Jesús le respondió: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: 'Dame de beber', tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva".
"Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva?
¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?".
Jesús le respondió: "El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed,
pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna".
"Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla".
Jesús le respondió: "Ve, llama a tu marido y vuelve aquí".
La mujer respondió: "No tengo marido". Jesús continuó: "Tienes razón al decir que no tienes marido,
porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad".
La mujer le dijo: "Señor, veo que eres un profeta.
Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar".
Jesús le respondió: "Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre.
Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.
Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre.
Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad".
La mujer le dijo: "Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo".
Jesús le respondió: "Soy yo, el que habla contigo".
En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: "¿Qué quieres de ella?" o "¿Por qué hablas con ella?".
La mujer, dejando allí su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente:
"Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. ¿No será el Mesías?".
Salieron entonces de la ciudad y fueron a su encuentro.
Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús, diciendo: "Come, Maestro".
Pero él les dijo: "Yo tengo para comer un alimento que ustedes no conocen".
Los discípulos se preguntaban entre sí: "¿Alguien le habrá traído de comer?".
Jesús les respondió: "Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra.
Ustedes dicen que aún faltan cuatro meses para la cosecha. Pero yo les digo: Levanten los ojos y miren los campos: ya están madurando para la siega.
Ya el segador recibe su salario y recoge el grano para la Vida eterna; así el que siembra y el que cosecha comparten una misma alegría.
Porque en esto se cumple el proverbio: 'no siembra y otro cosecha'
Yo los envié a cosechar adonde ustedes no han trabajado; otros han trabajado, y ustedes recogen el fruto de sus esfuerzos".
Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él por la palabra de la mujer, que atestiguaba: "Me ha dicho todo lo que hice".
Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días.
Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra.
Y decían a la mujer: "Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo".
Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía.
Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber".
Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.
La samaritana le respondió: "¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?". Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos.
Jesús le respondió: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: 'Dame de beber', tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva".
"Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva?
¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?".
Jesús le respondió: "El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed,
pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna".
"Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla".
Jesús le respondió: "Ve, llama a tu marido y vuelve aquí".
La mujer respondió: "No tengo marido". Jesús continuó: "Tienes razón al decir que no tienes marido,
porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad".
La mujer le dijo: "Señor, veo que eres un profeta.
Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar".
Jesús le respondió: "Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre.
Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.
Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre.
Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad".
La mujer le dijo: "Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo".
Jesús le respondió: "Soy yo, el que habla contigo".
En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: "¿Qué quieres de ella?" o "¿Por qué hablas con ella?".
La mujer, dejando allí su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente:
"Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. ¿No será el Mesías?".
Salieron entonces de la ciudad y fueron a su encuentro.
Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús, diciendo: "Come, Maestro".
Pero él les dijo: "Yo tengo para comer un alimento que ustedes no conocen".
Los discípulos se preguntaban entre sí: "¿Alguien le habrá traído de comer?".
Jesús les respondió: "Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra.
Ustedes dicen que aún faltan cuatro meses para la cosecha. Pero yo les digo: Levanten los ojos y miren los campos: ya están madurando para la siega.
Ya el segador recibe su salario y recoge el grano para la Vida eterna; así el que siembra y el que cosecha comparten una misma alegría.
Porque en esto se cumple el proverbio: 'no siembra y otro cosecha'
Yo los envié a cosechar adonde ustedes no han trabajado; otros han trabajado, y ustedes recogen el fruto de sus esfuerzos".
Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él por la palabra de la mujer, que atestiguaba: "Me ha dicho todo lo que hice".
Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días.
Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra.
Y decían a la mujer: "Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo".
Si bebemos de las profundas aguas de tu amor, ya no tendremos sed |
martes, 22 de marzo de 2011
En el Evangelio de hoy...
El más grande entre ustedes debe servir a los demás. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. (San Mateo 23, 11-12)
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lunes, 21 de marzo de 2011
En el Evangelio de hoy...
No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados. (San Lucas 6, 37)
domingo, 20 de marzo de 2011
Evangelio según San Mateo 17,1-9
Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado.
Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús.
Pedro dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo".
Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor.
Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: "Levántense, no tengan miedo".
Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo.
viernes, 18 de marzo de 2011
Deus Caritas Est
'el cristiano que reza no pretende cambiar los planes de Dios o corregir lo que Dios ha previsto. Busca más bien el encuentro con el Padre de Jesucristo, pidiendo que esté presente, con el consuelo de su Espíritu, en él y en su trabajo.'
Del Pastor para su rebaño!
Siempre encontramos como acomodar el pecado en nuestras vidas, a nuestra conveniencia! El pecado siempre denigra la dignidad humana, en cambio el Amor siempre exige más compromiso! (Padre José Eduardo 'Chepín' Barquero Valerio)
martes, 15 de marzo de 2011
domingo, 13 de marzo de 2011
Del Pastor para su rebaño!
Paz no es ausencia de conflicto... es seguridad con quien estás en medio del él
sábado, 12 de marzo de 2011
Evangelio según San Mateo San Mateo 4,1-11
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio.
Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre.
Y el tentador, acercándose, le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes".
Jesús le respondió: "Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo,
diciéndole: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra".
diciéndole: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra".
Jesús le respondió: "También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras para adorarme".
Jesús le respondió: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto".
Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.
Ayúdanos Señor a superar la tentación y a llegar a la meta del AMOR |
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Misioneros del Espíritu Santo - Misiones de Semana Santa 2011
Los Misioneros del Espíritu Santo te invitamos a las
Objetivo General
Vivir, celebrar y compartir con nuestros hermanos de Cariari de Pococí la Semana Santa, colaborando en aquellas comunidades en las cuáles se dificulta la participación del sacerdote, para fomentar el espíritu misionero y el compromiso cristiano.
Objetivos Específicos:
Fechas de Formación: (Escoger sábados o domingos)
INSCRIPCIONES: En el CEFEJ al teléfono 2237-1000 ó vía fax: 2237-1000 (pedir tono) o al correo: cefej@misioneroscostarica.com
Es imprescindible reservar su campo antes del martes 22 de marzo.
Ubicación del CEFEJ: Del Mas x Menos de San Pablo, 200 m. norte y 400 m. al este, Urb. Villa la Quintana.
Requisitos:
Jóvenes (hombres y mujeres) de 18 a 26 años (para participar en la Misión)
Asistir a la toda la preparación: FORMACIONES Y RETIRO.
“Misiones de Semana Santa 2011” En Cariari de Pococí.
Objetivo General
Vivir, celebrar y compartir con nuestros hermanos de Cariari de Pococí la Semana Santa, colaborando en aquellas comunidades en las cuáles se dificulta la participación del sacerdote, para fomentar el espíritu misionero y el compromiso cristiano.
Objetivos Específicos:
- Clarificar y profundizar el sentido y significado de la Semana Santa Triduo Pascual a través de la Espiritualidad de la Cruz.
- Dar elementos para vivirlos mejor.
- Capacitar y formar jóvenes en cuanto a las celebraciones litúrgicas propias del tiempo de la Semana Santa.
- Vivenciar a Jesús Eucaristía como el centro y fundamento de toda comunidadvcristiana, conociendo y celebrando el significado de cada uno de los días santos.
- Fomentar el espíritu de servicio, así como la creatividad para la preparación y ejecución de la misión.
- Conocer y compartir las diferentes realidades sociales de las comunidades que se visiten, abriendo así una perspectiva social en los equipos misioneros.
Fechas de Formación: (Escoger sábados o domingos)
- Sábados 26 de marzo, 2 y 9 de abril de 2:00 a 6:00 p.m. en el CEFEJ, San Pablo de Heredia.
- Domingos 27 de marzo, 3 y 10 de abril de 1:00 a 5:00 p.m. en elvCEFEJ, San Pablo de Heredia
INSCRIPCIONES: En el CEFEJ al teléfono 2237-1000 ó vía fax: 2237-1000 (pedir tono) o al correo: cefej@misioneroscostarica.com
Es imprescindible reservar su campo antes del martes 22 de marzo.
Ubicación del CEFEJ: Del Mas x Menos de San Pablo, 200 m. norte y 400 m. al este, Urb. Villa la Quintana.
Requisitos:
Jóvenes (hombres y mujeres) de 18 a 26 años (para participar en la Misión)
Asistir a la toda la preparación: FORMACIONES Y RETIRO.
En el Evangelio de hoy...
Jesús les replicó: —No tienen necesidad del médico los que tienen buena salud, sino los enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan. (San Lucas 5, 32)
jueves, 10 de marzo de 2011
Cita para meditar
Cuando se pongan a orar, perdonen lo que tengan contra otros, y el Padre del cielo perdonará sus culpas (Marcos 11, 26)
En el Evangelio de hoy...
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida? (Lucas 9,25)
miércoles, 9 de marzo de 2011
Del Pastor para su rebaño!
La cruz de ceniza en la frente no es un símbolo mágico, es un símbolo de COMPROMISO! (Padre Francisco 'Chico' Esquivel Marin)
Miércoles de Ceniza: el inicio de la Cuaresma
9 de marzo 2011. La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo | |||
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Especial de Cuaresma
¿Qué es?, inicio de la cuaresma espiritual, signos, meditaciones, lecturas, imágenes, oraciones, cuaresma para niños y mucho más... | |||
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Imposición de la ceniza
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El comienzo de la Cuaresma
El comienzo de la Cuaresma | |
Cuaresma. Miércoles de ceniza. Si busco a Dios, es el momento para caminar, para buscarlo, para encontrarlo y purificar mi corazón. | |
Miércoles de Ceniza Hoy empezamos la Cuaresma a través de la imposición de las cenizas, un símbolo que es muy conocido para todos. La ceniza no es un símbolo de muerte que indica que ya no hay vida ni posibilidad de que la haya. Nosotros la vamos a imponer sobre nuestras cabezas pero no con un sentido negativo u oscuro de la vida, pues el cristiano debe ver su vida positivamente. La ceniza se convierte para nosotros al mismo tiempo en un motivo de esperanza y superación. La Cuaresma es un camino, y las cenizas sobre nuestras cabezas son el inicio de ese camino. El momento en el cual cada uno de nosotros empieza a entrar en su corazón y comienza a caminar hacia la Pascua, el encuentro pleno con Cristo. Jesucristo nos habla en el Evangelio de algunas actitudes que podemos tener ante la vida y ante las cosas que hacemos. Cristo nos habla de cómo, cuando oramos, hacemos limosna, hacemos el bien o ayudamos a los demás, podríamos estar buscándonos a nosotros mismos, cuando lo que tendríamos que hacer es no buscarnos a nosotros mismos ni buscar lo que los hombres digan, sino entrar en nuestro interior: “Y allá tu Padre que ve en lo secreto te recompensará.” Es Dios en nuestro corazón quien nos va a recompensar; no son los hombres, ni sus juicios, ni sus opiniones, ni lo que puedan o dejen de pensar respecto a nosotros; es Nuestro Padre que ve en lo secreto quien nos va a recompensar. Que difícil es esto para nosotros que vivimos en una sociedad en la cual la apariencia es lo que cuenta y la fama es lo que vale. Cristo, cuando nosotros nos imponemos la ceniza en la cabeza nos dice: “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres; de lo contrario no tendrán recompensa con su Padre Celestial”. ¿Qué recompensa busco yo en la vida? La Cuaresma es una pregunta que entra en nuestro corazón para cuestionarnos precisamente esto: ¿Estoy buscando a Dios, buscando la gloria humana, estoy buscando la comprensión de los demás? ¿A quién estoy buscando? La señal de penitencia que es la ceniza en la cabeza, se convierte para nosotros en una pregunta: ¿A quién estamos buscando? Una pregunta que tenemos que atrevernos a hacer en este camino que son los días de preparación para la Pascua; la ceniza cae sobre nuestras cabezas, pero ¿cae sobre nuestro corazón? Esta pregunta se convierte en un impulso, en un dinamismo, en un empuje para que nuestra vida se atreva a encontrarse a sí misma y empiece a dar valor a lo que vale, dar peso a lo que tiene. Este es el tiempo, el momento de la salvación, nos decía San Pablo. Hoy empieza un período que termina en la Pascua: La Cuaresma, el día de salvación, el día en el cual nosotros vamos a buscar dentro de nuestro corazón y a preguntarnos ¿a quién estamos buscando? Y la ceniza nos dice: quita todo y quédate con lo que vale, con lo fundamental; quédate con lo único que llena la vida de sentido. Tu Padre que ve en lo secreto, sólo Él te va a recompensar. La Cuaresma es un camino que todo hombre y toda mujer tenemos que recorrer, no lo podemos eludir y de una forma u otra lo tenemos que caminar. Tenemos que aprender a entrar en nuestro corazón, purificarlo y cuestionarnos sobre a quién estamos buscando. Este es le sentido de la ceniza en la cabeza; no es un rito mágico, una costumbre o una tradición. ¿De qué nos serviría manchar nuestra frente de negro si nuestro corazón no se preguntara si realmente a quien estamos buscando es a Dios? Si busco a Dios, esta Cuaresma es el momento para caminar, para buscarlo, para encontrarlo y purificar nuestro corazón. El camino de Cuaresma va a ser purificar el corazón, quitar de él todo lo que nos aparta de Dios, todo aquello que nos hace más incomprensivos con los demás, quitar todos nuestros miedos y todas las raíces que nos impiden apegarnos a Dios y que nos hacen apegarnos a nosotros mismos. ¿Estamos dispuestos a purificar y cuestionar nuestro corazón? ¿Estamos dispuestos a encontrarnos con Nuestro Padre en nuestro interior? Este es el significado del rito que vamos hacer dentro de unos momentos: purificar el corazón, dar valor a lo que vale y entrar dentro de nosotros mismos. Si así lo hacemos, entonces la Cuaresma que empezaremos hoy de una forma solemne, tan solemne como es el hecho de que hoy guardamos ayuno y abstinencia (para que el hambre física nos recuerde la importancia del hambre de Dios), se convertirá verdaderamente en un camino hacia Dios. Este ha de ser el dinamismo que nos haga caminar durante la Cuaresma: hacer de las mortificaciones propias de la Cuaresma como son lo ayunos, las vigilias y demás sacrificios que podamos hacer, un recuerdo de lo que tiene que tener la persona humana, no es simplemente un hambre física sino el hambre de Dios en nuestros corazones, la sed de la vida de Dios que tiene que haber en nuestra alma, la búsqueda de Dios que tiene haber en cada instante de nuestra alma. Que éste sea el fin de nuestro camino: tener hambre de Dios, buscarlo en lo profundo de nosotros mismos con gran sencillez. Y que al mismo tiempo, esa búsqueda y esa interiorización, se conviertan en una purificación de nuestra vida, de nuestro criterio y de nuestros comportamientos así como en un sano cuestionamiento de nuestra existencia. Permitamos que la Cuaresma entre en nuestra vida, que la ceniza llegue a nuestro corazón y que la penitencia transforme nuestras almas en almas auténticamente dispuestas a encontrarse con el Señor. P. Cipriano Sánchez LC |
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